Diseño del blog
Cuando el mueble se rompe...
Jordi Ordóñez Batlle • nov 25, 2020
La madera envejece, las colas pierden agarre, los barnices pierden su esplendor, y en los muebles de marquetería , con el tiempo si no han estado bien cuidados, eso quiere decir temperatura y humedad óptima , empiezan a desprenderse las piezas y fondos, siendo las gran afectadas sobretodo las marqueterías con metal.
Antiguamente se usaban colas de origen orgánico, cola de nervio, conejo, o pescado entre ellas.
Con el paso del tiempo las bacterias cumplen su función de desintegradoras de la materia orgánica. Si a esto añadimos que el metal no es un buen amigo de la cola debido a su baja porosidad, tenemos el cocktail perfecto para que empiece una degradación descontrolada de la marquetería. Falta de piezas y debilitamiento del agarre de otras nos indican que el profesional restaurador debe empezar su tarea.
Consolidación de piezas, limpiezas de fondos, reponer las piezas que faltan, siempre con el mismo material original. Digo esto porque a nuestro taller han llegado obras restauradas por "presuntos profesionales" donde el hueco de las piezas ha estado rellenado con resinas o ceras y , en el caso del latón, pintadas con purpurina.
Técnica Boulle: La combinación de concha y metal se emplea en los muebles de lujo del primer cuarto del siglo XVIII en Francia y, en menor medida, en Inglaterra; se recupera para un grupo restringido de muebles, relacionados con la corte de Luis XVI. En Inglaterra vuelve a ponerse de moda a partir de 1815 con el nombre de "Buhl"; más tarde, a fines de los años treinta se hace popular en toda Europa, cuando revive el estilo Luis XIV. Suele pasar y mucho. Cuando nos llegan los muebles para restaurar, primero comprobamos su autenticidad, nos fijamos en los materiales y en los encajes del mueble. El carey o concha de tortuga es uno de los principales materiales utilizados en la confección de la marquetería Boulle. En reproducciones más modernas se utilizaban resinas y otros materiales para imitarlo.